viernes, 31 de agosto de 2012

Indignada con la educación

Esta mañana he salido a pasear cuando aun hacía fresco y estaban montando los puestos del mercadillo. Al terminar mi vuelta por el mercado decidí pasar a saludar a una amiga que hace poco decidió aventurarse a montar una tienda de dulces delicias para afrontar su reciente situación de desempleo. Se encuentra en el centro, junto a una conocida librería de la zona.

La visita no duró mucho, tenía que marcharme a preparar la tarta a mi hermana, que pasado mañana estrenaría su tercera década.

Iba camino de pasar justo delante de la librería, cuando me fijé que unos niños de unos 5 ó 6 años que curioseaban entre los libros que tenían en una cesta de mimbre en el exterior de la librería a un precio especial. Niños con cara de estar tramando algo. Me lo olía....

Mientras la madre con un niño en brazos y alguna persona más que la acompaña pasan por mi lado y quedan unos metros más adelante, la niña en un rápido gesto coge un par de libros infantiles, y el niño la apremia: "¡Corre, corre!"

En ese mismo instante me quedé un poco perpleja, pero acto seguido reaccioné de una forma instintiva, interponiéndome en el camino de la niña, mientras el chico corría dejándola atrás, y ella, al ver que no podía pasar, extendió su brazo alzándome los libros para que los cogiera y continuó su camino. No le dije nada, no la toqué. Solo obstruí su huida.

Cuál es mi sorpresa que la madre, al darse cuenta, se gira y empieza a gritarme. Que solo lo habían cogido porque pensaban que eran gratis. Lo único que respondí es que si pensaba realmente eso, ¿por qué le había instado a la niña a que corriese tras cogerlo...?

Avisé de lo sucedido a los dueños de la librería, que salieron a darme sinceramente las gracias.
La madre seguía increpándome, no recuerdo qué decía, pero no tenía sentido. Solo eran voces y seguro que algún insulto que no quise escuchar. ¿Sus hijos habían intentado robar y era a mí a quien reprendía? ¿A mí, que ni siquiera había tocado a ninguno de ellos, ni siquiera les había levantado una voz? Incomprensible. Traté de explicarme, pero no había diálogo posible. Solo gritos de forma unilateral. El dueño de la papelería me instó a que desistiese. Sus palabras "déjalo, no merece la pena... no hay más que ver las pintas que tienen"

De verdad que siempre he luchado contra los prejuicios, contra el racismo, pero estos niños gitanos, por desgracia, dan la razón a muchos que piensan lo que con actos como éstos tienen la merecida fama que tienen.

Aunque, por desgracia, hoy día la educación que se está dando a los niños va por ese camino. Se les consiente todo, no se les pone límite... y se creen que pueden hacer todo lo que les plazca. Hemos pasado de un extremo al otro. Y en el punto medio está la virtud.

Os dejo con un ejemplo gráfico que bien demuestra esto que acabo de escribir...


5 comentarios:

  1. A mí me cabrean estas cosas... La educación no está solo en el colegio, empieza en los padres.
    ¡Qué buena reacción tuviste!
    Es una pena ver que los estereotipos se cumplen, pagando quizás, justo por pecadores...

    Me alegra leerte. Un besito!

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  2. Fue una reacción instintiva, me salió así. Pero es cierto que me indignan las injusticias, la mala educación, las cosas que pudiendo hacerse bien se hacen mal. En fin, que no me gusta quedarme quieta viendo ese tipo de cosas; algún día me van a dar lo mío por meterme en estos jaleos... :S

    Yo soy la primera que intenta romper tabúes, estereotipos y, de verdad, no me gustan los comentarios xenófobos. Pero es lo que tú dices, pagan justos por pecadores, y cosas de éstas no les hace ningún favor. Podría haber sido cualquiera, tal como está la educación hoy día.

    La educación empieza desde el minuto cero, en casa, no se puede delegar completamente a los profesores. Si no hay buen ejemplo en casa, difícilmente los niños podrán seguir buenas conductas.

    Me alegra ver tus comentarios!!
    Ahora me paso por tu blog, que he visto que has publicado varias cosas desde que has vuelto de las vacas.

    Un besico!!

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  3. Estoy totalmente de acuerdo contigo (y me quedo con la frase "las cosas que pudiéndose hacer bien, se hacen mal").

    Y si fuera que sólo se ha perdido la educación... pero yo es que ya ¡tampoco encuentro los valores! Una pérdida que no tiene solución a corto plazo.

    Me ha venido a la mente, como hay otros países que dejan los periódicos en la calle y una hucha para que al llevártelo, lo pagues. Eso en España es inviable y me da una rabia... En fin...

    Un besico Mar! :)

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  4. La educación y los valores están muy relacionados. Si no se le da la importancia necesaria a las cosas que lo merecen, cómo se va a aprender a valorarlas...?

    Ay ojalá pudiera hacerse eso que comentas de los periódicos... Significaría que habría un cambio de mentalidad. Aquí el que no se lleva lo que puede, es un pardillo. Y así nos va... Después queremos ser como los países del norte, en los que todo funciona tan bien. Pero no nos damos cuenta de que es una cuestión de mentalidad.
    Tan inviable era eso que contabas como que aquí se los llevan desde niños "de gratis" simplemente porque no hay nadie vigilando. Si no se les enseña lo correcto desde pequeños, qué futuro vamos a tener...?

    Espero que la generación que engendremos, visto que ya nosotros nos estamos dando cuenta de esa pérdida de valores, sea diferente. Me gustaría que simplemente fuera como nos educaron a nosotros. Con firmeza, pero con respeto. En el punto medio está la virtud.

    Yo seguiré luchando firmemente por las cosas en las que creo ;)

    Besicos, 7P ;)

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  5. Perfectamente se me podrían saltar las lágrimas de leer a personas como tú, que aún creen en la importancia de los valores, que está dispuesta a luchar por lo que cree y que le da igual ser un "pardillo" si eso hace mantenernos firmes en lo que somos.

    ¡Chapó para tus palabras!

    Un besazo.

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Cambio comentarios por sonrisas ;)

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