martes, 24 de abril de 2012

Sfuggendosi...

Cuando me dí cuenta se me había escapado media mañana, se me había escapado medio día, se me había escapado media vida...



jueves, 12 de abril de 2012

miércoles, 11 de abril de 2012

Corazón espoleado

A menudo pienso que soy demasiado sensible. Conmigo misma, con mis cosas, pero también con todo lo que me rodea, aunque no sean situaciones de mi entorno cercano. Peco quizás de exceso de empatía, que en dosis moderadas es bueno, porque te mantiene alejado de la línea de la indiferencia, pero en dosis elevadas puede llegar a hacerte sufrir, o al menos espolearte el corazón.

Puedo parecer una exagerada, pero hasta ver los telediarios me afecta. Casi me hace sentir culpable, por tener la suerte de haber nacido en un país civilizado (aunque a veces no nos lo parezca o se nos olvide), sin guerras; donde la mujer, cada vez más, es respetada, o al menos se lucha por ello; donde abrimos el grifo y sale agua, o pulsamos el interruptor y se enciende la luz. Y dentro de este mundo civilizado puedo decir que además tengo la suerte de tener trabajo digno, un hogar confortable, llegar a fin de mes, incluso darme en ciertas ocasiones algún pequeño capricho. No me sobra, pero no puedo decir que me falte.

Y ante esta situación, no puedo evitar que se me encoja el corazón al salir del supermercado con el carro lleno, la plena abundancia no exenta de algún capricho, y encontrarme a alguien con pintas de haber tenido un trabajo hasta ayer mismo, pidiendo de forma silenciosa con la mirada y un cartel . No he podido volver a meterme el euro devuelto por el carrito en el bolsillo; no me lo permitía mi conciencia.
Me dio las gracias. Creo que debería habérselas dado yo por hacerme recordar cosas que a menudo se nos olvidan.

Esa persona podría haber sido yo. Nadie me dice que no lo pueda ser mañana.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...