Atardeceres de fuego

De vez en cuando la naturaleza es así de generosa y me trae hasta la misma puerta de mi casa maravillas que contemplar como estas fotos que pude captar desde mi balcón, sin ningún tipo de filtro ni tratamiento, al natural, tal cual la contemplaban atónitos mis ojos...

Increíble los regalos de Pachamama al levantar la vista de los apuntes y el ordenador...

Parece que fueran las puertas del infierno. Si es así, con qué gusto pecaría...

Un paseo por las nubes entre jirones de algodón...

Otoño

Un poco más y se me escapa esta estación sin haber compartido las fotos...

Y es que he dejado esta hornada cocinándose un poco más para buscar palabras que lo acompañasen, palabras que no me llegaban; y cuando no sabes qué decir, lo más inteligente es no decir nada. Una imagen vale más que mil palabras...

Con el frío que hace en estos últimos días me resultan hasta cálidas

Amor tatuado en la piel... de un árbol

La soledad de un parque

¡Pide un deseo!

Me encantan las hojas con forma de corazón. A pesar de ser corazones amarillos, este tono hace que sean tan cálido como el más rojo de los corazones, con una calidez tierna, tranquila...

Imágenes tomadas en El Barco de Ávila