Hoy me he levantado tarde y sin ganas de estudiar. Mi parsimonia ha hecho que pierda la mitad de la mañana. Me pinto los ojos mientras oigo de fondo los trescientos y pico muertos que llevan en Turquía. Recuerdo aquella otra vez, hace unos diez años, que organizamos unas jornadas solidarias en la universidad para recaudar fondos para el terremoto de Turquía de entonces. Jornadas solidarias que quedaron instauradas años tras año, desde el huracán Mitch.
Hoy sólo me maquillo frente al espejo, estaré más guapa o no, disimulando las ojeras, y sintiéndome miserable por saber que mueren gente lejos, o no tan lejos, y yo sólo pienso en salir a la calle a desayunar...
Olvidando a veces, quizás a modo de supervivencia de la mente, que podrías haber sido tú... o yo...
martes, 25 de octubre de 2011
Terremoto en el alma
Aquí se habla de...
actualidad,
sentimientos,
un día cualquiera
lunes, 17 de octubre de 2011
"¿Me podrías indicar hacia donde tengo que ir desde aquí?” pregunta Alicia
Aquí se habla de...
Alicia en el País de las Maravillas,
camino,
fotos,
reflexiones con pies y sin cabeza
sábado, 15 de octubre de 2011
Todo volverá...
Haré un esfuerzo. Sé que este año será un año lleno de esfuerzos. Que espero que tengan su recompensa. Y éste será el primero.
No marcharme tanto tiempo. Más te alejas, más cuesta volver.
Menos tiempo dispones, más se disfruta.
Ya lo tengo comprobado. Ahora toca pasar a la práctica.
Tengo ganas...
He vuelto de las vacaciones...
No marcharme tanto tiempo. Más te alejas, más cuesta volver.
Menos tiempo dispones, más se disfruta.
Ya lo tengo comprobado. Ahora toca pasar a la práctica.
Tengo ganas...
He vuelto de las vacaciones...
lunes, 5 de septiembre de 2011
Tú de mí? Yo de ti?
Tú y yo tenemos un problema: Siempre pensamos en los demás. El problema surge cuando "los demás" sólo piensan en sí mismos. Entonces, ¿quién se preocupa de nosotros...?
Aquí se habla de...
reflexiones con pies y sin cabeza
sábado, 13 de agosto de 2011
El hombre de hojalata
Tenías varios másters en despedidas
y entre las manos añicos de corazón.
No dabas abasto a repartir tiritas.
De sueños y suspiros eras cazador.
Confeso ladrón de besos no robados,
malabarista de miradas en rehabilitación.
Talón de Aquiles de la ternura no declarado,
Habitante de las letras en mil y una canción.
Como sucedáneo de los besos, abrazos.
Latidos que el frío que amabas congeló
As de guía para ti cualquier lazo
Dudar de la duda de tu frío interior
y entre las manos añicos de corazón.
No dabas abasto a repartir tiritas.
De sueños y suspiros eras cazador.
Confeso ladrón de besos no robados,
malabarista de miradas en rehabilitación.
Talón de Aquiles de la ternura no declarado,
Habitante de las letras en mil y una canción.
Como sucedáneo de los besos, abrazos.
Latidos que el frío que amabas congeló
As de guía para ti cualquier lazo
Dudar de la duda de tu frío interior
domingo, 7 de agosto de 2011
Rutinas
Hubo un tiempo en el que yo solía mirar por las noches, cenar en el balcón, caminar con la cámara en mano, cazar puestas de sol, pasear, eso, pasear, detenerme a leer y a escribir, tener menos y disfrutarlo más; sentir la vida y contarla.
Llevo dos o tres años intentando poner orden, no lo consigo nunca, y no he conseguido tampoco, buscando este orden, volver a disfrutar de todo aquello como hacía antes. De éste tiempo sólo saco la pregunta "¿qué he hecho con mis días...?" Estoy indignada con mi tiempo, no sé dónde fue a parar ni qué hice con él. Ahora, además de intentar poner orden, pierdo el tiempo buscando mi tiempo.
Tengo que coger menos el coche y disfrutar más del camino...
Llevo dos o tres años intentando poner orden, no lo consigo nunca, y no he conseguido tampoco, buscando este orden, volver a disfrutar de todo aquello como hacía antes. De éste tiempo sólo saco la pregunta "¿qué he hecho con mis días...?" Estoy indignada con mi tiempo, no sé dónde fue a parar ni qué hice con él. Ahora, además de intentar poner orden, pierdo el tiempo buscando mi tiempo.
Tengo que coger menos el coche y disfrutar más del camino...
Aquí se habla de...
y yo por qué te cuento esto
sábado, 6 de agosto de 2011
Dreamland
Mis sueños son raros, siempre, muy raros.
Visito ciudades conocidas que en sueños son las mismas, pero son diferentes. He vuelto una y otra vez a esas ciudades imaginarias que tienen nombre real y las calles que me invento. Me las conozco ya como las de verdad. Sus rincones, sus bares, bares que no existen pero que en sueños recomiendo cuál es el mejor.
Te puedo hablar de esa tetería imaginaria en la que servían y vendían té de donde salieron volando murciélagos. Recuerdo también un lugar de comida rápida y barata donde estaban riquísimos los postres. Un centro comercial y su parking, donde no vimos la película de cine por algún problema que ahora no recuerdo. La casa que compartía mi amiga, y la bici, aunque mi amiga nunca ha vivido en una casa así. Salir a buscar a alguien de su trabajo, estar en casa de sus padres y conocer a su madre; aunque la casa de sus padres nunca tuvo ese balcón lleno de plantas, ni esa cafetería al lado, ni su madre era así. Pero me gustó haberle caído tan bien.
En mis sueños todo es muy real. Tan real como que ahí, en ese lugar, existen. Todo sigue igual cuando vuelvo, cuando duermo y viajo allí.
Hoy incluso soñé que mi madre llevaba una vida loca y tenía un amante, Jacobo, el del segundo, alguien con mucho dinero y con una finca; finca que no existe. No existe siquiera ese Jacobo. Lo del amante no lo sé, pero no lo creo, lo dudo mucho. El resto de los detalles son aun más incomprensibles, sin pies ni cabeza. No los cuento porque dudaríais en ingresarme en un manicomio, y no os quiero poner en esa tesitura.
En el fondo, creo que soy una Alicia en su País de las Maravillas...
Visito ciudades conocidas que en sueños son las mismas, pero son diferentes. He vuelto una y otra vez a esas ciudades imaginarias que tienen nombre real y las calles que me invento. Me las conozco ya como las de verdad. Sus rincones, sus bares, bares que no existen pero que en sueños recomiendo cuál es el mejor.
Te puedo hablar de esa tetería imaginaria en la que servían y vendían té de donde salieron volando murciélagos. Recuerdo también un lugar de comida rápida y barata donde estaban riquísimos los postres. Un centro comercial y su parking, donde no vimos la película de cine por algún problema que ahora no recuerdo. La casa que compartía mi amiga, y la bici, aunque mi amiga nunca ha vivido en una casa así. Salir a buscar a alguien de su trabajo, estar en casa de sus padres y conocer a su madre; aunque la casa de sus padres nunca tuvo ese balcón lleno de plantas, ni esa cafetería al lado, ni su madre era así. Pero me gustó haberle caído tan bien.
En mis sueños todo es muy real. Tan real como que ahí, en ese lugar, existen. Todo sigue igual cuando vuelvo, cuando duermo y viajo allí.
Hoy incluso soñé que mi madre llevaba una vida loca y tenía un amante, Jacobo, el del segundo, alguien con mucho dinero y con una finca; finca que no existe. No existe siquiera ese Jacobo. Lo del amante no lo sé, pero no lo creo, lo dudo mucho. El resto de los detalles son aun más incomprensibles, sin pies ni cabeza. No los cuento porque dudaríais en ingresarme en un manicomio, y no os quiero poner en esa tesitura.
En el fondo, creo que soy una Alicia en su País de las Maravillas...
viernes, 5 de agosto de 2011
Vino, vio (probó) y venció
Ayer me invitaron a una cata de vinos. No soy ninguna entendida, todo lo contrario. Mi frase es "no entiendo mucho de vinos, pero sé lo que me gusta"
Cuatro vinos más uno de sorpresa. Presentación en exclusiva ante el público. Me bebí una copa de vino que a precio de distribución puede salir por unos 45€, llegando a alcanzar los 100-150€ en el restaurante. Edición limitada, 1.800 botellas si no recuerdo mal. Un vino perfecto, con un color espectacular, aroma y gusto indiscutibles. ¿Lo peor? Que me gustó demasiado, y no soy rica. Aun así creo que, aunque me cueste el esfuerzo y parezca de locos, una botella compraré para una ocasión que lo merezca, por mucho que no me entre en la cabeza que un vino pueda llegar a valer tanto. Me ha dejado hipnotizada. Creo que es el mejor vino que haya probado nunca. Di-vino!!
Y si no me doy esos caprichos de "porque yo lo valgo", ¿quién lo hará por mí si no...?
Cuatro vinos más uno de sorpresa. Presentación en exclusiva ante el público. Me bebí una copa de vino que a precio de distribución puede salir por unos 45€, llegando a alcanzar los 100-150€ en el restaurante. Edición limitada, 1.800 botellas si no recuerdo mal. Un vino perfecto, con un color espectacular, aroma y gusto indiscutibles. ¿Lo peor? Que me gustó demasiado, y no soy rica. Aun así creo que, aunque me cueste el esfuerzo y parezca de locos, una botella compraré para una ocasión que lo merezca, por mucho que no me entre en la cabeza que un vino pueda llegar a valer tanto. Me ha dejado hipnotizada. Creo que es el mejor vino que haya probado nunca. Di-vino!!
Y si no me doy esos caprichos de "porque yo lo valgo", ¿quién lo hará por mí si no...?
sábado, 30 de julio de 2011
Besos de película
Vio la película que le comenté y me contó un secreto. Ssssh, no se lo diré a nadie...
Me hizo sentir bien que encontrase en mí esa confianza. Supongo que conoces esa sensación. Es como si fueras, al menos un poquito, importante para alguien. Me resultó curioso que casi sin conocernos, de la noche a la mañana, y nunca mejor dicho, ni de forma más literal, empezó a confesarme muchas de sus cosas, "no sé por qué te cuento ésto", mientras yo me callaba algún secreto, y seguro que él muchos más.
No le conté lo especial que era para mí esa película, era algo que sólo sabía otra persona;
mientras, él me contaba que viéndola recordó aquellos besos, que añoraba aquellos besos. Aquellos en los que sientes, dulcemente, el alma del otro en los labios, aunque sólo te la ofrezca por esos instantes. La dulzura que se mezcla con la intensidad. La intensidad del sentir. Los besos de película que se dan en la realidad.
Y yo, que le había creído un malabarista de las miradas, un ladrón de besos no robados, y repartidor de suspiros, tuve delante el talón de Aquiles de su ternura; y ante su vulnerabilidad confesa, sólo supe responderle "Sé de qué besos hablas". Lo sabía realmente. Los recordé en ese mismo instante y quise volver a sentirlos.
Él me contaba sus secretos y yo no supe, no pude, decirle que arrastraba un alma de Diógenes de los recuerdos. Aunque ya lo sepa. Sin haber dicho nada.
(Ahora ya lo sabes...)
Una de mis canciones preferidas sin duda alguna...
Aquí se habla de...
besos,
canciones,
deseos,
Marilia sentimental,
melancolía,
prosa poética,
sentimientos
domingo, 24 de julio de 2011
Playa del norte
El ansia de la gente por un rayito de sol.
Y yo, temblando de frío, con el pelo revuelto por un vendaval, no podía más que contemplar incrédula a esos bañistas temerarios y sedientos de un verano que aun tardaría en llegar.
domingo, 17 de julio de 2011
Intentándolo de nuevo
Cuando Facebook amenaza con hacer morir de inanición este lugar (siempre fue más fácil escribir chorradas sin trascendencia en pocos caracteres). Y el tiempo mal gestionado, y los días lejos disfrutando, y el trabajo o los dolores de cabeza cuando tengo un ratito como es ahora. Pero sobre todo mis excusas.
(Con tooodo lo que yo tengo por ahí guardado...)
(Con tooodo lo que yo tengo por ahí guardado...)
Vuelta y vuelta
Cuando las vacaciones duran más allá de pasado el tiempo de reincorporarse al trabajo
Aun no he vuelto a mis amables rutinas, a pesar de que terminó el tiempo de ocio. Necesito tiempo para volver a mi normalidad, a pesar de que lo estoy deseando. Aunque quizás mi normalidad, me temo, sea esta.
Que soy un desastre, lo reconozco, soy un desastre. Y lo peor es que no tengo remedio. Y lo peor, es que no sé si quiero tenerlo...
Poco a poco...
Aun no he vuelto a mis amables rutinas, a pesar de que terminó el tiempo de ocio. Necesito tiempo para volver a mi normalidad, a pesar de que lo estoy deseando. Aunque quizás mi normalidad, me temo, sea esta.
Que soy un desastre, lo reconozco, soy un desastre. Y lo peor es que no tengo remedio. Y lo peor, es que no sé si quiero tenerlo...
Poco a poco...
miércoles, 18 de mayo de 2011
Indignaos
Anoche comencé a leerme el libro de Stèphane Hessel, con excelente prólogo de José Luis Sampedro. Aunque no me ha hecho falta terminarlo para removerme algo dentro y que tome forma mi indignación...
Estaba muy contenta porque su mensaje parecía haber calado en nuestra sociedad. El mismo Hessel se alegraba de que al fin los españoles nos hayamos indignado y hayamos salido a la calle a protestar, debe haber sido para él como un regalo no esperado una respuesta de tal tamaño.
Yo estoy indignada. Porque seamos mercancía en manos de los políticos, de los banqueros, que paguemos siempre los mismos la crisis, que los que la provocan salgan de rositas, de que no haya una ley electoral justa que dé los escaños proporcionales al número de votos que consigue cada partido, de que estemos a las órdenes de otros países más poderosos en Europa que sean los que imponen sus reglas, de la corrupción política, del sueldo de éstos, a los que no les pasa factura los recortes...
Lo dicho, estoy indignada. Y me sentía sola, pensando en que hoy día la gente sólo se echa a la calle cuando gana su equipo de fútbol, pero no ante las injusticias sociales. Ahora veo que no. Que movimientos como puede ser Democracia Real Ya, usando el poder de internet y las redes sociales, han conseguido unirnos de forma espontánea a todos por una causa común, independientemente de los colores políticos; aunque ya he visto a algunos apoyar este movimiento como si les estuvieran representando, y a otros, como la señora Esperanza Aguirre acusar al Gobierno actual del descontento causante este movimiento para a ver si así de paso nos ganamos unos cuantos votos más, como si ellos tuvieran la llave que abren todas las puertas... Eso, callándome la opinión que tengo de algunos, que cada vez que hablan, echan florituras por sus boquitas, por no indignarme más aun... Me indigna además que gente lo relacione con colores políticos cuando lo que nos une es una misma ilusión, las ganas de ver un cambio que tanto ansiamos.
Estaba ilusionada por estas ganas de cambio. De ver que juntos podemos hacerles saber a todos, al mundo entero, a los políticos, que es otra cosa lo que queremos. Y todos están invitados a participar.
Mi punto álgido de la indignación ha sido cuando no se nos ha permitido indignarnos, y así mismo manifestarnos. Esta tarde ha sido desautorizada por la Junta Electoral la concentración convocada en Puerta del Sol a las 20 horas ¿Los motivos? Que una de las peticiones a las que se hacía referencia por los manifestantes, la del voto responsable, "puede afectar a la campaña electoral y a la libertad del derecho a los ciudadanos al ejercicio del voto". Es de risa si no fuera para llorar, o para indignarse más aun. Que yo sepa, nadie está obligando a nadie ejercer su derecho al voto para que escojan una determinada opción, ni ponen una pistola en la cabeza para teñir el voto de cualquier color político. Y si no quieren que votemos de forma responsable, ¿qué pretenden? ¿que votemos como tontos o como borregos...? Me temo que es eso lo que persiguen, porque no encuentro otra explicación. Además, tampoco estamos en período de reflexión en caso de buscar un llamamiento para las urnas como para impedir que se realizase tal petición...
La Constitución (los que nos la tenemos que aprender para optar a trabajos en el sector público la conocemos bien) "reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa" en el artículo 21. Incidamos en eso de autorización previa, que aun habiendo sido solicitada en este caso, ha sido denegada. Parece ser que hay personas a las que les molesta, no sé si porque no les gusta que les remuevan las conciencias, o porque piensan que pueden salir electoralmente perjudicados por esta iniciativa. De cualquier modo es inconcebible que se desautorice una manifestación pacífica en la que se usa la libertad de expresión, dicho sea de paso, recogida en el artículo 20.
Tanto tiempo quejándonos de que no protestamos, de que no nos movilizamos, de que nos quejamos mucho y no hacemos nada, y cuando unimos nuestras fuerzas quieren cortarnos las alas. Que se enteren: la censura no es el modo. Y nadie nos va a callar, porque somos nosotros los que os prestamos nuestras voces. Pero no para esto.
Ojalá estuviera en Madrid para poder prestarles mi apoyo con mi presencia... Como no puedo, lo hago gracias a redes sociales y al derecho a la pataleta que me permite ejercer este mi blog. Aunque, ¿quién sabe? a ver si van a cerrármelo también por decir lo que no quieren oír... Puestos a censurar...
Estaba muy contenta porque su mensaje parecía haber calado en nuestra sociedad. El mismo Hessel se alegraba de que al fin los españoles nos hayamos indignado y hayamos salido a la calle a protestar, debe haber sido para él como un regalo no esperado una respuesta de tal tamaño.
Yo estoy indignada. Porque seamos mercancía en manos de los políticos, de los banqueros, que paguemos siempre los mismos la crisis, que los que la provocan salgan de rositas, de que no haya una ley electoral justa que dé los escaños proporcionales al número de votos que consigue cada partido, de que estemos a las órdenes de otros países más poderosos en Europa que sean los que imponen sus reglas, de la corrupción política, del sueldo de éstos, a los que no les pasa factura los recortes...
Lo dicho, estoy indignada. Y me sentía sola, pensando en que hoy día la gente sólo se echa a la calle cuando gana su equipo de fútbol, pero no ante las injusticias sociales. Ahora veo que no. Que movimientos como puede ser Democracia Real Ya, usando el poder de internet y las redes sociales, han conseguido unirnos de forma espontánea a todos por una causa común, independientemente de los colores políticos; aunque ya he visto a algunos apoyar este movimiento como si les estuvieran representando, y a otros, como la señora Esperanza Aguirre acusar al Gobierno actual del descontento causante este movimiento para a ver si así de paso nos ganamos unos cuantos votos más, como si ellos tuvieran la llave que abren todas las puertas... Eso, callándome la opinión que tengo de algunos, que cada vez que hablan, echan florituras por sus boquitas, por no indignarme más aun... Me indigna además que gente lo relacione con colores políticos cuando lo que nos une es una misma ilusión, las ganas de ver un cambio que tanto ansiamos.
Estaba ilusionada por estas ganas de cambio. De ver que juntos podemos hacerles saber a todos, al mundo entero, a los políticos, que es otra cosa lo que queremos. Y todos están invitados a participar.
Mi punto álgido de la indignación ha sido cuando no se nos ha permitido indignarnos, y así mismo manifestarnos. Esta tarde ha sido desautorizada por la Junta Electoral la concentración convocada en Puerta del Sol a las 20 horas ¿Los motivos? Que una de las peticiones a las que se hacía referencia por los manifestantes, la del voto responsable, "puede afectar a la campaña electoral y a la libertad del derecho a los ciudadanos al ejercicio del voto". Es de risa si no fuera para llorar, o para indignarse más aun. Que yo sepa, nadie está obligando a nadie ejercer su derecho al voto para que escojan una determinada opción, ni ponen una pistola en la cabeza para teñir el voto de cualquier color político. Y si no quieren que votemos de forma responsable, ¿qué pretenden? ¿que votemos como tontos o como borregos...? Me temo que es eso lo que persiguen, porque no encuentro otra explicación. Además, tampoco estamos en período de reflexión en caso de buscar un llamamiento para las urnas como para impedir que se realizase tal petición...
La Constitución (los que nos la tenemos que aprender para optar a trabajos en el sector público la conocemos bien) "reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa" en el artículo 21. Incidamos en eso de autorización previa, que aun habiendo sido solicitada en este caso, ha sido denegada. Parece ser que hay personas a las que les molesta, no sé si porque no les gusta que les remuevan las conciencias, o porque piensan que pueden salir electoralmente perjudicados por esta iniciativa. De cualquier modo es inconcebible que se desautorice una manifestación pacífica en la que se usa la libertad de expresión, dicho sea de paso, recogida en el artículo 20.
Tanto tiempo quejándonos de que no protestamos, de que no nos movilizamos, de que nos quejamos mucho y no hacemos nada, y cuando unimos nuestras fuerzas quieren cortarnos las alas. Que se enteren: la censura no es el modo. Y nadie nos va a callar, porque somos nosotros los que os prestamos nuestras voces. Pero no para esto.
Ojalá estuviera en Madrid para poder prestarles mi apoyo con mi presencia... Como no puedo, lo hago gracias a redes sociales y al derecho a la pataleta que me permite ejercer este mi blog. Aunque, ¿quién sabe? a ver si van a cerrármelo también por decir lo que no quieren oír... Puestos a censurar...
Aquí se habla de...
injusticias,
marilia guerrillera,
política,
reflexiones con pies y sin cabeza
sábado, 14 de mayo de 2011
Polvo eres...
Hace unos días venía escuchando la radio, que tanta compañía me hace en los desplazamientos del y hacia el trabajo, un programa en el que hablaban de un curioso libro. La segunda parte de "Polvo eres", de Nieves Concostrina, al que ha titulado "Y en polvo te convertirás"
Me resultó muy curioso cómo de un tema tan serio, que tanto suele asustar, o al menos imponer respeto, surgen las historias más surrealistas e hilarantes. Pensé que, aunque no fuese un libro para pasar con él a la historia, al menos sí sería entretenido, y cuanto menos, sorprendente.
Hablaban cómo, por ejemplo, cuando murió Kurt Cobain no le dejaron "instalarse" en ningún cementerio, puesto que no querían que les sucediese como con la tumba de Jim Morrison, que se convertió en lugar de culto y peregrinación, saturando de visitas el cementerio de París. Y Kurt, tras su muerte, se quedó sin "casa". Así que su mujer decidió incinerarlo y repartir sus cenizas. Un montoncito se lo quedó ella, que lo guardó en un bolso con forma de peluche, el cual conservaba en su propio hogar. Un día entraron en su casa a robar y se llevaron, entre otras cosas, el bolso. Al tiempo, las cenizas de Kurt Cobain se vendían (y se compraron) en internet. Ya ves, hay gente para todo... Incluso se dice que Courtney Love, su mujer, acostumbrada a aspirar todo tipo de sustancias, quiso hacer lo mismo con las cenizas de su difunto marido.
Pero no era ésta la historia más llamativa de las que hablaron. Me surgió una duda que nunca me había planteado hasta que oí ese programa de radio. ¿Qué pasa si en una pareja de hermanos siameses muere uno de ellos...? Curiosa pregunta... ¿Acaso tendría que cargar el hermano vivo con su hermano muerto pegado a su cuerpo...? Porque si no comparten órganos vitales, no tienen por qué morir a la vez... Pero a lo mejor tampoco pueden separarse... Ya de por sí, la vida de los siameses me ha parecido algo llamativo, porque están obligados a ponerse de acuerdo en todo. Si en la vida era así, ¿sería así también en la muerte?
Explicaron entonces el caso de los hermanos Chang y Eng Bunker, provinientes de Siam, origen del nombre de gemelos siameses. Es curiosísimo cómo tenían vidas independientes, cada uno con sus respectivas mujeres tuvieron 10 y 12 hijos. Y digo "curiosísimo" porque me estoy imaginando el acto de concebirlos, no sé si el otro se quedaba allí, que no le quedaba más remedio, comiendo palomitas mientras lo veía o, ya que estamos, hacemos una orgía y se unía su mujer...
Imágenes del cementerio judío de Praga. Un curioso lugar que aconsejo visitar. Octubre 2008.
Aquí se habla de...
cementerio,
curiosidades,
fotos,
libros,
muerte,
reflexiones con pies y sin cabeza
viernes, 29 de abril de 2011
No esperes...
Llevo unos días con un pequeño problema de salud. No es casi molesto, no duele, pero sabía que era un síntoma, para ser más correctos un signo, a tener en cuenta. Porque por el resto, yo estoy bien.
Para que no despertar tanta intriga: tengo una anisocoria. Y es que hasta para ponerme mala soy original.
El domingo cuando me percaté reconozco que me alarmé un poco. Es lo que pasa por trabajar en temas de salud y saber de qué van las cosas. Decidí que dejaría pasar el día y ver cómo evolucionaba.
Al ver que mejoraba, pero no desaparecía, decidí consultar con el médico. En este caso, con mi padre, puesto que mi médico de cabecera no tenía cita disponible hasta la semana siguiente. Él consultó con un compañero y le aconsejó que me pusiera en manos del neurólogo. Habló con un neurólogo y éste, por los síntomas, sugirió que me viesen cuanto antes, si podía ser, esa misma mañana.
Cuando así me lo contaba, no pensé en nada bueno. Es como si con esas palabras se confirmara la peor de mis sospechas. "Que la vean esta misma mañana". Cuando te lo dicen así es porque debe ser algo que no se puede dejar pasar.
En ese momento, reconozco, me vine un poco abajo. Me fui al extremo, un tumor cerebral. No sé por qué, tonterías mías, pero desde pequeña siempre imaginé que moriría de un tumor cerebral. Las cosas que se me ocurren...
Y en ese momento, automáticamente, mientras dejaba escapar un par de lagrimillas sin darme cuenta, pensé rápidamente, en unos segundos, en todas las cosas que me quedaban por hacer.
No me he casado, no he tenido hijos, me queda por conocer Japón, China y la India, y Viena, y Ámsterdam, Canadá, y tantísimos otros sitios que deseé y nunca era el momento... No he sido capaz, o no me he atrevido a enfrentarme a ello, de sacarme una plaza fija. Me quedan muchos libros por leer. Y todo el tiempo que pasas con la gente que quieres es poco. Y tengo aun muchos deseos por cumplir, muchas canciones que escuchar, muchas palabras que espero oír.
Aunque sí he visto otros lugares, muchos menos de los que quisiera, mucho más cerca de lo que me gustaría; sí he dicho a mucha gente cuánto la quiero, aunque nunca parezca suficiente y quizás haya alguien a quien me haya quedado por decir; publiqué unos poemas gracias a haber sido seleccionada a través de un concurso hace muchos años (démoslo por bueno como que he publicado un libro), planté un árbol, hice buenos amigos y de vez en cuando me gusta hacerles recordar cuan especiales son para mí con pequeños o grandes detalles. Al fin tengo un piso en propiedad, aunque la propiedad la comparta entre mi compañero y el banco. He vivido intensamente hasta mis rutinas. He reído mucho, y también llorado. Y he hecho muchas cosas de las que he aprendido, he ganado, también perdido, y han llenado ricamente mi bagaje personal. Por eso creo que no puedo arrepentirme de nada, aun siendo consciente de que todo no lo hice bien; al fin y al cabo, soy yo. No está bien arrepentirse de lo que eres, más aun si eso te hace crecer (aunque yo no levante poco más de metro y medio del suelo, todo hay que decirlo...) Quizás, si haya cosa de las que me arrepienta, serían aquellas que nunca llegué a hacer.
Supongo que esta especie de balance es algo así como lo que dicen que "ves pasar la vida por delante de tus ojos"
Alguien a quien tengo un cariño especial me dijo algo así como que podría ser una manera de llamarme la atención para disfrutar de las cosas que tengo. Y creo que así ha sido. Nunca me ha gustado hacer planes a largo plazo, pero sí soy mucho de dejar las cosas para otro momento. El momento, lo que tenemos, es sólo hoy. Y es con lo que debemos contar. Hoy más que nunca soy consciente de ello.
No os asustéis, no es ninguna carta de despedida, a pesar de haberme puesto tan dramática. Sólo quería compartir mi reflexión.
Para tranquilizaros os diré que me atendieron urgentemente y descartaron las posibles causas más graves. Sigo en estudio, pero ya más tranquila, puesto que todo lo que pudiera ser parece que sería un mal menor. A ver qué pasa.
Mientras tanto, mis pupilas me enseñan a ver la vida, nunca mejor dicho, con "puntos de vista diferente" (·_*)
;)
Para que no despertar tanta intriga: tengo una anisocoria. Y es que hasta para ponerme mala soy original.
El domingo cuando me percaté reconozco que me alarmé un poco. Es lo que pasa por trabajar en temas de salud y saber de qué van las cosas. Decidí que dejaría pasar el día y ver cómo evolucionaba.
Al ver que mejoraba, pero no desaparecía, decidí consultar con el médico. En este caso, con mi padre, puesto que mi médico de cabecera no tenía cita disponible hasta la semana siguiente. Él consultó con un compañero y le aconsejó que me pusiera en manos del neurólogo. Habló con un neurólogo y éste, por los síntomas, sugirió que me viesen cuanto antes, si podía ser, esa misma mañana.
Cuando así me lo contaba, no pensé en nada bueno. Es como si con esas palabras se confirmara la peor de mis sospechas. "Que la vean esta misma mañana". Cuando te lo dicen así es porque debe ser algo que no se puede dejar pasar.
En ese momento, reconozco, me vine un poco abajo. Me fui al extremo, un tumor cerebral. No sé por qué, tonterías mías, pero desde pequeña siempre imaginé que moriría de un tumor cerebral. Las cosas que se me ocurren...
Y en ese momento, automáticamente, mientras dejaba escapar un par de lagrimillas sin darme cuenta, pensé rápidamente, en unos segundos, en todas las cosas que me quedaban por hacer.
No me he casado, no he tenido hijos, me queda por conocer Japón, China y la India, y Viena, y Ámsterdam, Canadá, y tantísimos otros sitios que deseé y nunca era el momento... No he sido capaz, o no me he atrevido a enfrentarme a ello, de sacarme una plaza fija. Me quedan muchos libros por leer. Y todo el tiempo que pasas con la gente que quieres es poco. Y tengo aun muchos deseos por cumplir, muchas canciones que escuchar, muchas palabras que espero oír.
Aunque sí he visto otros lugares, muchos menos de los que quisiera, mucho más cerca de lo que me gustaría; sí he dicho a mucha gente cuánto la quiero, aunque nunca parezca suficiente y quizás haya alguien a quien me haya quedado por decir; publiqué unos poemas gracias a haber sido seleccionada a través de un concurso hace muchos años (démoslo por bueno como que he publicado un libro), planté un árbol, hice buenos amigos y de vez en cuando me gusta hacerles recordar cuan especiales son para mí con pequeños o grandes detalles. Al fin tengo un piso en propiedad, aunque la propiedad la comparta entre mi compañero y el banco. He vivido intensamente hasta mis rutinas. He reído mucho, y también llorado. Y he hecho muchas cosas de las que he aprendido, he ganado, también perdido, y han llenado ricamente mi bagaje personal. Por eso creo que no puedo arrepentirme de nada, aun siendo consciente de que todo no lo hice bien; al fin y al cabo, soy yo. No está bien arrepentirse de lo que eres, más aun si eso te hace crecer (aunque yo no levante poco más de metro y medio del suelo, todo hay que decirlo...) Quizás, si haya cosa de las que me arrepienta, serían aquellas que nunca llegué a hacer.
Supongo que esta especie de balance es algo así como lo que dicen que "ves pasar la vida por delante de tus ojos"
Alguien a quien tengo un cariño especial me dijo algo así como que podría ser una manera de llamarme la atención para disfrutar de las cosas que tengo. Y creo que así ha sido. Nunca me ha gustado hacer planes a largo plazo, pero sí soy mucho de dejar las cosas para otro momento. El momento, lo que tenemos, es sólo hoy. Y es con lo que debemos contar. Hoy más que nunca soy consciente de ello.
No os asustéis, no es ninguna carta de despedida, a pesar de haberme puesto tan dramática. Sólo quería compartir mi reflexión.
Para tranquilizaros os diré que me atendieron urgentemente y descartaron las posibles causas más graves. Sigo en estudio, pero ya más tranquila, puesto que todo lo que pudiera ser parece que sería un mal menor. A ver qué pasa.
Mientras tanto, mis pupilas me enseñan a ver la vida, nunca mejor dicho, con "puntos de vista diferente" (·_*)
;)
|
Mis pupilitas anisocóricas. Eso sí, esta vez provocado por una medicación controlada para pruebas previas a mi intervención de miopía (2007) |
miércoles, 27 de abril de 2011
Olas que se rompen
A Neruda me hubiese gustado robarle unos versos. Más bien esos versos y sólo esos. Porque esa soy yo, lo ha escrito como si fuera yo, como si fuese yo la que se lo susurrase al oído. El mar habló por mí. Y se lo contó. Él puso las palabras. Me dejó sin voz. Y sin poema. Y aquí me quedé, esperando mi momento.
Y yo, mar que soy, mar que me siento, a veces no llego a ser más que un pequeño oasis en medio de una gran ciudad...
Y yo, mar que soy, mar que me siento, a veces no llego a ser más que un pequeño oasis en medio de una gran ciudad...
"Y se golpea el pecho repitiendo su nombre..."
sábado, 23 de abril de 2011
Oda al mar
Hoy, Día Internacional del Libro, tomo prestados estos versos de Neruda que me llenan y me describen, como ese Mar que llevo en mi nombre y en el corazón...
Aquí en la isla
el mar
y cuánto mar
el mar
y cuánto mar
se sale de sí mismo
a cada rato,
dice que sí, que no,
que no, que no, que no,
dice que si, en azul,
en espuma, en galope,
dice que no, que no.
No puede estarse quieto,
me llamo mar, repite
pegando en una piedra
sin lograr convencerla,
entonces
con siete lenguas verdes
de siete perros verdes,
de siete tigres verdes,
de siete mares verdes,
la recorre, la besa,
la humedece
y se golpea el pecho
repitiendo su nombre.
domingo, 17 de abril de 2011
De injusticias está el mundo lleno
Estos días he estado muchas veces a punto de escribir, pero al final el tiempo he tenido que dedicarlo a otras cosas. Y siempre resulta que nunca es un buen momento...
Me mueven a escribir los sentimientos. A menudo los sentimientos intimistas, pero también muchas veces la impotencia que me producen las injusticias, la frustración de no poder hacer nada por cambiar las cosas que veo de este mundo que no me gustan. Aunque también creo que a veces podemos hacer más de lo que pensamos que está en nuestra mano...
Estos días lo que me impulsaba a escribir era sacar a la Marilia guerrillera. Las injusticias, si no puedo combatirlas, al menos me reservo mi derecho a la pataleta en este espacio. Y si consigo que sea contagioso, mejor; objetivo cumplido.
Han pasado los días, y la verdad es que ahora que puedo compartirlas apenas recuerdo qué cosas me removieron dentro esas veces que quise escribir aquí.
Solo recuerdo el injusto caso de un padre que perdió la custodia de sus hijos por perder el empleo. Dos duros golpes a la vez, dos pérdidas de un golpe. Y me pregunto por qué, puesto que hay tantas madres que no tienen trabajo y tienen la custodia absoluta de sus hijos.
En este caso concreto, bien podría tener el padre los hijos a su cargo, que tiene todo el tiempo del mundo para dedicarles, y que fuese la mujer la que le pasase una pensión para mantenerlos ¿O no es así como se hace habitualmente, invirtiendo esos roles?
A ver si va a resultar que a los padres no se les puede dar la custodia nunca, porque cuando trabajan no tienen tiempo para encargarse de su prole, y cuando no trabajan, según la jueza de este caso "crea incertidumbre en su futuro como padre". Seguro que fue una ex-mujer despechada la que corrió a dar cuentas al juzgado de que el padre de sus hijos había perdido el empleo, porque al parecer le faltó tiempo para dar constancia de tal hecho.
Sólo me queda decir que siendo mujer estoy de acuerdo con todos los comentarios que han realizado todos los hombres a esta noticia. Esto no es feminismo ni igualdad. Eso es simplemente injusticia.
Hace un par de días también me corroía las entrañas algo más personal. Una parte incorregible (o espero que no, en ello estamos...) de mí que no me gusta nada, que dio paso a unos sentimientos que me hicieron reflexionar.
Estuve en otra ciudad, y aproveché para comprar cosas que tenía pendientes hacía tiempo. No era el mejor momento ahora para hacer esas adquisiciones, pero quería aprovechar de este modo el evitar pagar gastos de envío adicionales si las realizaba a posteriori. Sólo por eso me salté la "rehabilitación". Y siempre además encuentro algún regalo que sé que haría ilusión a alguna persona que aprecio. Eso es algo que no puedo evitar. Al menos soy compradora compulsiva solidaria/detallista...
Después es esta actitud la que me hace sentir culpable, comprando cosas de las que podría prescindir en una calle llena de gente pidiendo limosna que no tiene ni lo imprescindible. E intento acallar mi consciencia con una moneda de euro a un par de personas aquí y allí que tienen pinta de haber perdido su empleo ayer mismo. Sabiendo que este mes no estoy como para ir regalando, pero que hay gente que no es que no llegue a final de mes, sino que no pueden siquiera comenzarlo. Y yo al menos sé que el día 30 tendré segura mi nómina. Aunque en estos tiempos nunca se sabe...
Me mueven a escribir los sentimientos. A menudo los sentimientos intimistas, pero también muchas veces la impotencia que me producen las injusticias, la frustración de no poder hacer nada por cambiar las cosas que veo de este mundo que no me gustan. Aunque también creo que a veces podemos hacer más de lo que pensamos que está en nuestra mano...
Estos días lo que me impulsaba a escribir era sacar a la Marilia guerrillera. Las injusticias, si no puedo combatirlas, al menos me reservo mi derecho a la pataleta en este espacio. Y si consigo que sea contagioso, mejor; objetivo cumplido.
Han pasado los días, y la verdad es que ahora que puedo compartirlas apenas recuerdo qué cosas me removieron dentro esas veces que quise escribir aquí.
Solo recuerdo el injusto caso de un padre que perdió la custodia de sus hijos por perder el empleo. Dos duros golpes a la vez, dos pérdidas de un golpe. Y me pregunto por qué, puesto que hay tantas madres que no tienen trabajo y tienen la custodia absoluta de sus hijos.
En este caso concreto, bien podría tener el padre los hijos a su cargo, que tiene todo el tiempo del mundo para dedicarles, y que fuese la mujer la que le pasase una pensión para mantenerlos ¿O no es así como se hace habitualmente, invirtiendo esos roles?
A ver si va a resultar que a los padres no se les puede dar la custodia nunca, porque cuando trabajan no tienen tiempo para encargarse de su prole, y cuando no trabajan, según la jueza de este caso "crea incertidumbre en su futuro como padre". Seguro que fue una ex-mujer despechada la que corrió a dar cuentas al juzgado de que el padre de sus hijos había perdido el empleo, porque al parecer le faltó tiempo para dar constancia de tal hecho.
Sólo me queda decir que siendo mujer estoy de acuerdo con todos los comentarios que han realizado todos los hombres a esta noticia. Esto no es feminismo ni igualdad. Eso es simplemente injusticia.
Hace un par de días también me corroía las entrañas algo más personal. Una parte incorregible (o espero que no, en ello estamos...) de mí que no me gusta nada, que dio paso a unos sentimientos que me hicieron reflexionar.
Estuve en otra ciudad, y aproveché para comprar cosas que tenía pendientes hacía tiempo. No era el mejor momento ahora para hacer esas adquisiciones, pero quería aprovechar de este modo el evitar pagar gastos de envío adicionales si las realizaba a posteriori. Sólo por eso me salté la "rehabilitación". Y siempre además encuentro algún regalo que sé que haría ilusión a alguna persona que aprecio. Eso es algo que no puedo evitar. Al menos soy compradora compulsiva solidaria/detallista...
Después es esta actitud la que me hace sentir culpable, comprando cosas de las que podría prescindir en una calle llena de gente pidiendo limosna que no tiene ni lo imprescindible. E intento acallar mi consciencia con una moneda de euro a un par de personas aquí y allí que tienen pinta de haber perdido su empleo ayer mismo. Sabiendo que este mes no estoy como para ir regalando, pero que hay gente que no es que no llegue a final de mes, sino que no pueden siquiera comenzarlo. Y yo al menos sé que el día 30 tendré segura mi nómina. Aunque en estos tiempos nunca se sabe...
Aquí se habla de...
injusticias,
marilia guerrillera
sábado, 2 de abril de 2011
Sin red
He sentido, he amado, he sufrido, he reído, he llorado, he perdonado, me han perdonado, he deseado, me he ilusionado y desilusionado, y también he crecido; he vivido al fin y al cabo.
Y hoy no soy más que una gata que aprovecha su séptima vida y no quiere jugar a caminar por el borde de los tejados...
Y hoy no soy más que una gata que aprovecha su séptima vida y no quiere jugar a caminar por el borde de los tejados...
jueves, 24 de marzo de 2011
Nunca te conté...
Que los besos a traición
son los menos traicioneros.
Que soporto noches sin luna,
pero no vacías de sueños.
Que a mí me vale igual
un "te quiero" que un "te deseo".
Que con dos copas soy feliz
y con tres, derechita al infierno.
Que sin caricias no sé vivir
y las compro a base de fuego.
Que como gata vayan tras de mí
y como perro a sus pies les jadeo.
Que enseño un trocito de piel
si a cambio me dedican cuatro versos.
Que perdí el alma en una esquina
y en alguna otra dicen que la vieron
vendiéndose por treinta más propina
o regateándosela por un "te quiero"
Aquí se habla de...
poema rescatado de mi antiguo blog,
poemas,
poesía
domingo, 6 de marzo de 2011
Estos versos sin principio ni final
...
Este te vas que sabe a martes
estos pasos sin vuelta atrás
estos labios que aprenden a amarte
este no saber cómo buscarte
estos ojos que no miran más allá.
Esta luz que oscurece mi camino
esta sensibilidad a flor de pielEsta luz que oscurece mi camino
estas cartas enfrentadas al destino
este quererte con desatino
este esperarte cual perro fiel.
Estas manos que escapan por tu cuerpo
este tango que me saca a bailar
este poeta que malbusca unos versos
este ladrón y crupier de besos
este tiempo que no sabe esperar
Esta vida colgando de un hilo
estos sueños que se esfumarán
este saber caminar por el filo
en el que tú eres único testigo
y te sientes tentado de empujar
...
Aquí se habla de...
alma sabinera,
poemas,
poesía
sábado, 5 de marzo de 2011
Sin sentido
Si una cosa he aprendido es que lo que no se ve, no existe. O no existe al menos para nosotros. Pero está ahí. Es por eso por lo que me he vuelto una agnóstica de los sentidos. Menos mal que siempre nos quedará el sexto... Que aunque no tenga ni pies ni cabeza, ni teoría científica que lo sustente, es bastante de fiar. Te lo digo yo. Que lo sé.
Aquí se habla de...
reflexiones con pies y sin cabeza
jueves, 3 de marzo de 2011
martes, 1 de marzo de 2011
Sueños de espuma
Violentos sueños de espuma
se fragmentan contra las rocas y encallan,
y aquellas miradas se transforman
en mil ojos sobre cada brillante cristal.
Sueños solitarios contra inamovibles moles de piedra
se rompen frágiles como alas de paloma
y mueren en el intento
de empujar la tierra playa adentro
¿Para qué se forman sueños como olas,
conscientes de que deben expirar?
¿Para qué se construyen ilusiones de agua,
si violentamente nos van a abandonar?
Nos dejarán contemplando
curvos fragmentos de agua,
la muerte de flores en mente inevitable,
y nosotros recogiendo sus pedazos.
Aquí se habla de...
mar,
poemas antiguos,
poesía,
sueños
domingo, 27 de febrero de 2011
Curiosidades del campo
Mira que habré hecho veces el camino... Y seguro que lo he visto antes, pero no lo recordaba. El caso es que hace unos meses, en el camino de vuelta del trabajo a casa, vi una señal de tráfico que me dejó descuadrada. Me quedé un poco, bueno, un mucho, sorprendida y desde entonces no paré de mirar y fijarme bien en el resto de señales del camino, para ver si es que en todos los años que llevo conduciendo no me había dado cuenta de cómo eran realmente... Todas las demás eran igual a como las recordaba.
Los siguientes viajes los hice muy pendientes, para localizar a esa señal. Y conseguí situarla en el mapa.
Hace una semana, un día que no llevaba prisa ni ganas de llegar rápido para descansar, no lo pude evitar, me paré y bajé del coche a hacerle una foto, porque necesitaba compartir esa broma del camino para no reírme más yo sola.
Foto real hecha con mi móvil, sin retoques
¿A quién se le ocurriría...? De verdad que me hizo dudar de saber cómo son realmente estas señales...
Una vez que me iba a montar en el coche de vuelta, acercándome a la verja de la finca junto a la que había estacionado el vehículo, me divierte una imagen de lo más curiosa. Simple, pero curiosa. Un rebaño de ovejas. Una, al verme, decide venir en avanzadilla a cotillear qué está sucediendo, y todas las demás, como buen rebaño, la siguen detrás. Entonces entendí perfectamente por qué se usa la expresión "seguir al rebaño". Lo que hiciese la oveja "jefa", todas detrás. Y son simples, pero son muy curiosas, en el sentido de cotillas. También miedicas, porque me acerqué a darles un trozo de pan, y salieron todas corriendo. Bueno, como buen rebaño, salió corriendo una, y todas las demás detrás.
Aquí tenéis al rebaño cotilla, que ni en el campo puede tener una intimidad...
La verdad es que con estos días tan intensamente azules entran ganas de zambullirse de cabeza en ese cielo... O al menos escaparse un día al campo, qué ganitas que tengo...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)