Lluvia de abril,
sobre las costas desiertas
se recuestan
las embarcaciones de los pescadores
Lluvia de abril
desde las ventanas mujeres afanosas
recogen
la ropa tendida esperando secarse
La tan esperada cálida estación
parece que quiera hacerse esperar
En los largos e infinitos inviernos,
tristes y fríos,
he fingido un envidiable bienestar.
En los largos y angustiosos inviernos,
que ahora se encaminan hacia su final,
me ha sido extraña demasiadas veces
la costumbre
de sonreír.
O algo así decía Carmen Consoli...
Cuando la vida se ve detrás de una ventana mojada por la lluvia, parece como si se difuminaran los contornos y esa vida se disolviera en leyenda, en algo no ocurrido. La tristeza le pone gris a los latidos y el espectador se acurruca en los recuerdos.
ResponderEliminarBella canción y muy buenas fotografías.
Un abrazo.
Cuando el comentario supera a la entrada publicada... ¡Eres grande, Juan!
ResponderEliminarYo solo me limité a compartir esta canción de Carmen Consoli, con mi particular traducción, y mi visión a través del cristal de mi ventana. Muy apropiada para uno de esos pocos días grises y lluviosos de los que hemos disfrutado en abril.
Un abrazo