Hace unos días venía escuchando la radio, que tanta compañía me hace en los desplazamientos del y hacia el trabajo, un programa en el que hablaban de un curioso libro. La segunda parte de "Polvo eres", de Nieves Concostrina, al que ha titulado "Y en polvo te convertirás"
Me resultó muy curioso cómo de un tema tan serio, que tanto suele asustar, o al menos imponer respeto, surgen las historias más surrealistas e hilarantes. Pensé que, aunque no fuese un libro para pasar con él a la historia, al menos sí sería entretenido, y cuanto menos, sorprendente.
Hablaban cómo, por ejemplo, cuando murió Kurt Cobain no le dejaron "instalarse" en ningún cementerio, puesto que no querían que les sucediese como con la tumba de Jim Morrison, que se convertió en lugar de culto y peregrinación, saturando de visitas el cementerio de París. Y Kurt, tras su muerte, se quedó sin "casa". Así que su mujer decidió incinerarlo y repartir sus cenizas. Un montoncito se lo quedó ella, que lo guardó en un bolso con forma de peluche, el cual conservaba en su propio hogar. Un día entraron en su casa a robar y se llevaron, entre otras cosas, el bolso. Al tiempo, las cenizas de Kurt Cobain se vendían (y se compraron) en internet. Ya ves, hay gente para todo... Incluso se dice que Courtney Love, su mujer, acostumbrada a aspirar todo tipo de sustancias, quiso hacer lo mismo con las cenizas de su difunto marido.
Pero no era ésta la historia más llamativa de las que hablaron. Me surgió una duda que nunca me había planteado hasta que oí ese programa de radio. ¿Qué pasa si en una pareja de hermanos siameses muere uno de ellos...? Curiosa pregunta... ¿Acaso tendría que cargar el hermano vivo con su hermano muerto pegado a su cuerpo...? Porque si no comparten órganos vitales, no tienen por qué morir a la vez... Pero a lo mejor tampoco pueden separarse... Ya de por sí, la vida de los siameses me ha parecido algo llamativo, porque están obligados a ponerse de acuerdo en todo. Si en la vida era así, ¿sería así también en la muerte?
Explicaron entonces el caso de los hermanos Chang y Eng Bunker, provinientes de Siam, origen del nombre de gemelos siameses. Es curiosísimo cómo tenían vidas independientes, cada uno con sus respectivas mujeres tuvieron 10 y 12 hijos. Y digo "curiosísimo" porque me estoy imaginando el acto de concebirlos, no sé si el otro se quedaba allí, que no le quedaba más remedio, comiendo palomitas mientras lo veía o, ya que estamos, hacemos una orgía y se unía su mujer...
Imágenes del cementerio judío de Praga. Un curioso lugar que aconsejo visitar. Octubre 2008.
!!!Que "repelús", me da tu entrada de hoy!!!.
ResponderEliminarChiquilla, piensa en algo mas "refrescante" ahora que estás de preparativos de un viaje a un preciosos lugar del norte.
Disfruta, haz acopio de buenas fotos y olvidate de la linea, que donde vas hay muy buenos restaurantes y sitios de tapas.
Un abrazo.
JUAN:
ResponderEliminarAmigo, al menos tratando las cosas con humor se ven diferentes, no? Yo simplemente lo he querido ver como algo curioso. Desde luego el libro tiene que estar lleno de montones de cosas sorprendentes.
Ainss, ya me estoy relamiendo los bigotes con el viaje... Esos días de asueto guardaré la línea en el armario; Lo peor es que no quiera salir después es lo que me estoy temiendo... :P
Eso sí, fotitos no van a faltar! (tengo muchísimas que compartir de otros viajes, a ver si pongo un poco de orden)
Un abrazo
la muerte es lo unico seguro que tenemos según nacemos, asi que mejor tomárselo con humor :) y nieves concostrina es una cachonda, yo la escucho en radio nacional y siempre te ríes con sus historias.
ResponderEliminarun besazo y que te lo pases muy bien :)
Marilia, guapa!
ResponderEliminarMe has dejado patidifusa con la historia de los siameses: se me vienen multitud de ocurrencias a la cabeza, a cual más extraña.
La historia de las cenizas de Cobain ya la conocía, pero no deja de ser impactante o por lo menos curiosa.
Tienen que estar interesantes esos libros. La muerte, con toda su solemnidad, provoca situaciones de lo más hilarantes.
¿Te confieso una cosa? Cuando visito una ciudad nueva, también me gusta visitar su cementerio. Llámame necrofílica si quieres, pero se aprenden muchas cosas sobre la sociedad, costumbres e historia locales.
Praga es una de esas ciudades que me encantaría visitar, y también su cementerio. Me han dicho que ambos son preciosos.
Me alegra saber que te vas unos días de viaje. Eso significa que te encuentras mucho mejor. Disfruta de todos los placeres, es el mejor homenaje que podemos hacerle a la vida.
Un beso, preciosa.